junio 03, 2010

Confesión e indignación...


Bueno este blog en lugar de llamarse “diario”, debería ser “semanario”… en fin la semana pasada como les dije fui a ver a Jamie Cullum y fue todo lo que esperé y más!, me encanta!!! Disfrutamos mucho del concierto la verdad.

Luego sobre mi sobrino(a), solo puedo decir que sigo emocionada, Caterina insiste en que me calme, ya le he comprado peluches, suficientes para toda su infancia jijijiji.

Nuestro viaje a California, pues viento en popa, nos vamos a finales de este mes, estamos las 3 muy emocionadas, aun no me lo termino de creer!

El nuevo trabajo también va viento en popa estamos con el proyecto, las propuestas, las presentaciones para captar clientes, etc. Me encanta este trabajo empezando de cero, haciéndome un nombre junto con dos buenos compañeros de carrera. Ya saben que me voy dentro de poco durante dos meses y no tienen problema, después de todo, los planes estaban hechos desde antes que ellos me ofrecieran esto.

Andreu, pues bueno, mas o menos… esto es algo que me tiene un poco de mal humor y desconcertada, ayer tuvimos una discusión, fue una tontería, pero cuando me trajo a casa yo me baje de su coche enfadada por algo que el me había dicho, no recuerdo exactamente las palabras que usó, pero fue algo así como que mi exceso de coquetería con los hombres no le gustaba y que tendría que cambiar esa forma de ser porque me hacía ver como una cualquiera. Todo esto fue a raíz de que en un restaurante nos conseguimos con un amigo, en realidad un antiguo novio de Marta, un chico muy majo que me caía muy bien y que no veía desde hacia mucho más de un año cuando mi amiga terminó con el. Daniel se llama este chico, pues bien el nos vio y se acercó a saludarme, me pregunto por Marta, Caterina y Mandy (el salía con Marta cuando Mandy aún vivía con nosotras), le conté que Mandy estaba por casarse y que Caterina esperaba un bebe, me contó un poco sobre como estaban sus cosas ahora y al terminar nos despedimos con un amigable abrazo y un par de besos en las mejillas y ya está. Al parecer esta corta conversación a Andreu le puso de los nervios porque según el estaba coqueteando con Daniel, que cabe agregar no me saca ni un suspiro, simplemente no es mi tipo.

En fin el cuento es que tuvimos una pequeña discusión por esto y porque sus palabras en verdad me molestaron, ¿como me va a insinuar que actúo como una cualquiera por saludar a un antiguo amigo?, el viaje en coche del restaurante a mi casa fue en absoluto silencio, ninguno de los 2 daría su brazo a torcer; al llegar a mi portal me baje del coche como un bólido y cerré la puerta del coche tras de mi. Cuando llegué a la puerta del edificio Andreu ya se había bajado del coche y me cogió del brazo fuertemente, “¿no vas a darme un beso de despedida?” fue lo que dijo, yo trate de zafarme de su agarre en mi brazo, pero el es considerablemente más fuerte y no me dejo ir, “Te hice una pregunta!” dijo el con un tono imperativo y apretando más su mano alrededor de mi brazo. Yo le dije que me soltara que me hacía daño, no contesté a su pregunta entonces el tiró fuertemente de mi y me beso a la fuerza, hice acopio de todas las fuerzas que tenía y como pude logré apartarme, gritándole que me soltase, que era un imbecil y que me dejase en paz, el se puso rojo de ira y de pronto en una fracción de segundos había levantado su otra mano y me había dado una cachetada.

Yo me quede en shock!, no podía hablar, puse mi mano sobre mi mejilla caliente y enrojecida, los ojos se me llenaron de lagrimas, no de dolor ni tristeza, si no de indignación. El al ver mi reacción se dio cuenta de lo que había hecho, soltó su agarre y se tiró al suelo de rodillas a disculparse, incluso lloró, se disculpó muchas veces diciéndome que no había querido hacerlo, que le perdonara, que yo realmente le gustaba y no quería echarlo a perder, que se le había ido la cabeza, que no sabía ni como había perdido el control así, que eso jamás le había sucedido. ¿Y yo que hice?, le tome la mano, le hice que se levantara, le di un beso en la mejilla y le dije que hablaríamos después. Es que lo vi tan angustiado, arrepentido, le vi triste y le reste importancia a todo lo demás, me dio pesar y le perdone.

Cuando entré en el apartamento Marta estaba ya dormida, así que entré a mi cuarto y revise mi mejilla en el espejo, seguía roja, pero mañana no se notaría nada. En mi brazo si comenzaba a aparecer un moretón debido a su fuerte agarre, fue entonces cuando me pregunte en que me había metido esta vez. Siempre había dicho que si un hombre me pegaba se arrepentiría de haberlo hecho, nunca permitiría que me tratasen así, pero lo hice, lo permití, es cierto que el alegaba haber perdido el control y que lo sentía en el alma y se veía sincero, pero ¿y si perdía el control otra vez la próxima vez que peleásemos?, en fin el hecho es que ya había decidido darle una segunda oportunidad, pero ahora no estaba segura de si era la decisión correcta.

Me metí en la cama y caí rendida, agotada por todo este asunto.

Hoy me desperté con ganas de sacármelo del pecho, tengo en el móvil 13 mensajes de texto de Andreu disculpándose, no tengo ganas de responder aún. En fin ya veremos que resuelvo, no quiero meterme en otra relación destructiva como Marc.