mayo 03, 2010

Alcohol, chicas, chicos, fiesta y reuniones familiares.


Bueno, bueno… cuantos días sin escribir, pero bueno tengo puras buenas excusas, desde el miércoles no he parado, así que haré un resumen de todo.

El miércoles tuve una reunión en el trabajo, me despidieron. No hay mucho más que contar al respecto, no pude dar mi versión de los hechos, solo me dijeron que yo estaba en periodo de prueba y que no lo había pasado. En fin no es algo de lo que quiera hablar aún, es un poco incomodo, todavía estoy en proceso de superar el despido.

El jueves lo pase en casa, en pijama, deprimida, frustrada, sintiendo que había fracasado, me había dejado vencer, no había luchado por explicar mi versión de los hechos, solo baje la cabeza, escuche lo que tenían que decirme y cuando intente hablar al ver que no me daban la oportunidad desistí. Sabía lo que se me venía encima y no hice nada por cambiarlo. Marta en un gran esfuerzo por animarme, hizo una súper cena para nosotras dos, me preparo una tarta de chocolate para ayudar a mejorar mi estado de animo (ya saben todo eso de que el chocolate te hace sentir bien), pues nada funcionó.

El viernes Marta y Caterina me convencieron de salir por la noche, así me animaría un poco. La verdad estaba por el suelo, primero el cretino de Marc, ahora mi empleo, ¿es que acaso no soy buena en mantener nada?, pues bien decidimos salir, ellas se encargaron de arreglarme porque si por mi hubiese sido, habría ido en pijamas.

Pues el tour de bares que hicimos la verdad me animo, perdí la cuenta de cuantos “Tequila Sunrise” me bebí, una vez ahogada esa parte de mi consciencia que no hacía más que recordarme mis recientes fracasos, empecé a animarme y divertirme. Lo mejor de la noche fue Andreu, un tío guapísimo que en uno de los bares se me acerco y me invito algunos de los numerosos tragos que tome. Marta y Caterina dicen que triunfé (claro la opinión de ellas cuenta poco, porque ya sabemos que quieren levantarme el animo, dirían eso aunque el tío fuese un adefesio), yo realmente creo que Andreu fue un golpe de suerte, después de charlar por largo rato, bailar un poco y coquetear mucho, el me dio su número de teléfono móvil para que le llamase si estaba interesada en salir algún día con el. La verdad el se veía muy interesado en que le llamase, primero pensé “que tío tan desesperado”, pero luego lo mire bien y me dije “un hombre que este tan bueno, sea tan galante y divertido no puede estar tan desesperado”, fue entonces cuando me di cuenta que realmente parecía interesado en mi (Marta me exige que sea exacta en lo que escribo, no es que Andreu me haya dado su número en un trozo de servilleta, no!, es que el tío además de estar buenísimo, tiene mucho sex-appeal y sabe sin duda despertar el deseo en una mujer, cogió un rotulador que le prestaron en el bar y anotó su número en mi muslo, me subió la falda lo suficiente como para anotarlo y cubrirlo con la tela, aún me pregunto si fue idea suyo o si lo vio en alguna película).

Ojo no soy de las personas que inician una relación con alguien que conocen en un bar, normalmente me tomo el tiempo de conocer a los chicos antes de empezar a salir con ellos en plan “pareja”, pero ya sabemos que bien me ha ido a mi con mi método de selección, así que estaría bien probar otras cosas. Poco después de que terminase de anotarme el número en mi piel, Marta se me acerco a preguntarme si me iría con ellas o si me quedaría con Andreu; yo decidí hacerme la interesante (a pesar de que el ligero roce de sus dedos en mi muslo me había dejado con la guardia baja), me despedí del espectáculo de hombre que tenía frente a mi y salí del bar con mi amiga y mi hermana camino de casa.

El sábado lo pase básicamente con resaca, Caterina se quedo en casa con nosotras, hicimos un Brunch casero ese día y pasamos el día las tres juntas viendo pelis y hablando de la noche anterior, bueno mejor dicho hablando de Andreu, de si debería llamarle o no. Yo insistía en que era muy pronto, no quería parecer una desesperada, vamos la verdad no tenía ningún apuro en empezar a salir de nuevo, pero Marta y Caterina están empeñadas en que es lo mejor que puedo hacer. Finalmente no le llame, les dije que ya lo haría después y que dejasen de insistir o borraría el número de teléfono (que ya estaba agregado en la agenda de mi móvil).

Hoy domingo, es el cumpleaños de una prima, fuimos Caterina y yo para hacer acto de presencia y compartir un poco con la familia, estuvo bien, comimos muy rico en un sitio frente al puerto, había mucha familia y amigos conocidos de años, luego fuimos a un bar en el hotel de lujo que esta cerca de la Barceloneta, bebimos tanta cava que ahora estoy un poco arrepentida porque no tengo mucha cabeza para escribir jijijijiji.

Ya en casa estoy pensando, “¿Qué voy a hacer mañana?”, después de todo no tengo trabajo y no tengo mucho que hacer, se que tengo que buscar otro trabajo, pero aún me deprime tanto el tema de estar desempleada que no se por donde empezar a buscar otro empleo, es decir, es como esos días que te sientes tan mal anímicamente que no sabes ni como iniciar el día. Y aún tengo otra pregunta dando vueltas en mi cabeza “¿debo llamar a Andreu?”, quizás lo haga mañana, no lo se…

Pues esto es lo que ha pasado en estos días que he estado apartada del ordenador, mucho alcohol, un tío guapísimo a quien le apetece conocerme, comidas familiares y bastante frustración, pero lucharemos contra ella.

Es todo por hoy…

Buenas noches.